El teatro de Peguerinos, en pleno corazón de la sierra de Guadarrama, se convirtió el pasado fin de semana en epicentro de emoción, belleza y poder femenino con la presentación del espectáculo Ónfalo. El ombligo del mundo. Esta propuesta escénica, una vibrante fusión de danza oriental moderna y étnica contemporánea, puso en el centro de la escena a un grupo de mujeres que, con cada paso, gesto y mirada, reclamaron espacio, dignidad y voz.
El público abarrotó la sala y no escatimó en vítores ni aplausos. Lo que ocurrió sobre el escenario fue mucho más que una función: fue una celebración del cuerpo diverso, de la identidad compartida, de la inclusión social y de la fuerza transformadora del arte cuando se ancla en la comunidad. Las intérpretes, mujeres de diferentes edades y trayectorias, dieron vida a una pieza coral que evocó las raíces, los vínculos y los territorios simbólicos de pertenencia, a través de una danza poderosa, profunda y conectada con lo ancestral.
Este espectáculo forma parte del International Host Lab, un espacio de creación y formación escénica desarrollado en la localidad de Peguerinos (Ávila) como parte del ambicioso proyecto europeo ABC – The Alphabet of Love, cofinanciado por la Unión Europea. Coordinado en España por la Fundación de la Danza Alicia Alonso, el proyecto apuesta por la cultura como motor de cohesión, diálogo y empoderamiento, especialmente en zonas rurales y con colectivos en riesgo de exclusión.
Una vez más, el Instituto Universitario de la Danza “Alicia Alonso” reafirma su compromiso con las prácticas escénicas inclusivas, con la proyección de la danza más allá de los circuitos convencionales, y con la convicción de que el arte, cuando se hace desde la raíz y para el común, puede verdaderamente transformar. En Peguerinos, el “ombligo del mundo” latió fuerte, y lo hizo al ritmo de mujeres que bailan, resisten y se expresan con libertad.